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Es una novela de Braulio Llamero (2005), un escritor de literatura juvenil, quien ganó con ella el premio Mago Merlín.
Nos situamos en la literatura maravillosa, aquella en la que según Todorov*, entramos con placer en el pacto ficcional. Se trata de un género de evasión que nos invita a olvidarnos de nuestro mundo, tan ordinario y tan poco heroico. Y nos metemos de buena gana en ese ambiente de magos y magia, caballeros medievales, castillos y batallas… Y por un tiempo, vibramos con los nombres exóticos y esperados de Ordasio, Clesadeyo Serándam, Sesbania y las Tierras Anchas… Así, durante gran parte del relato creemos firmemente que se trata de una historia mítica más, con su polaridad de buenos y malos. Y naturalemente, tomamos partido por los buenos y rechazamos a los villanos: a la ambiciosa reina, a su arrogante y tiránico marido, a sus oscuros consejeros…
Pero la narración nos tiende muchas trampas y nos va lanzando algunos dardos que rompen, en cierto sentido, el pacto de lo maravilloso y se llegan a nuestro mundo, por lo que no podemos menos que sentirnos inseguros. Para mí, el primero de todos fue la descripción de los servidores de Lena: personajes que por alguna fuerza superior sienten un llamado a servir a la maga y se ponen en marcha desde lugares remotos del reino, para ofrecerle su amor, según dicen. Pero es éste un amor extraño, porque le falta la sublimidad de la entrega y exige un algo a cambio: la juventud durante el tiempo en que dure el servicio. Cuando Lena finalmente muera, ellos volverán a tener la edad que tenían al comenzar su vasallaje y volverán a sus actividades normales: saldrán ganando, le explican. Pero… ¿serán afortunados si al volver a la realidad, todos sus seres amados han muerto ya hace siglos? Lo mismo le pasa a la maga: el tiempo es un beso, sí, pero este beso le impide amar y envejecer junto a alguien, querer de verdad.
Sin embargo, no todo termina allí con las sorpresas, sino que al fin descubrimos también que tanto los malos que odiábamos como los buenos que apoyábamos son seres como nosotros: con su parte buena y su parte mala; con ambiciones, no todas nobles, y con ideales, tampoco todos loables… Al final, todo ajusta y entendemos porqué los magos se llaman soberbios y porqué el reino es Espera y porqué hay una caverna de la simple verdad, y cuál es ésta. Pero, querido lector, no te voy a contar el libro, que es uno de aquellos buenos (es decir, uno para disfrutar y con trascendencia).
En fin, que admiro al autor por haber logrado una novela tan paradigmática de nuestra sociedad: el afán de perdurar, a falta de creencias más profundas por las que dar la vida, por un lado; y por el otro, la desilución de toda meta humana alcanzada, que nos vuelve a resucitar, a pesar de nosotros mismos, el hambre de eternidades.
* Todorov, Tzvetan (1980): Introducción a la literatura fantástica. México: Editions du Seuil.
Bibliografía:
Llamero, Braulio (2014): El beso del tiempo. Edición Kindle: Reino de Oblea.
http://brauliollamero.com/elbesodeltiempo/
Dibujo:
De mi cosecha: Lena pensando su castillo.
Reblogueó esto en Braulio Llameroy comentado:
Una lectora de mi novela cuenta sus impresiones.
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